19.6.09

Domingo de Santidad: Santa Teresa de Liseux

Me encanta leer los dichos de Santa Teresita. Su alegría es contagiosa, su deseo que convertirse en amor es algo que quiero imitar en mi vida. Su piedad hacia Dios esta descrito tan simplemente en su “pequeña vía” que creo firmemente que reproduce los Frutos del Espíritu porque lucho tanto por tenerlos.

El problema, Santa Teresita tenía un mal genio.

Era muy impaciente.

Era muy difícil para ella el ser caritativa.

Si sientes que te estoy describiendo, no temas, ella fue eventualmente declarada como una Doctora de la Iglesia! Imagina eso! Ella tomo todas esas maneras en las que le era difícil imitar a Dios y ser el tipo de persona que Dios quería que fuera y las convirtió en oraciones para que pudiera ser más santa!

Se abrió a Dios para que Dios pudiera trabajar en ella.

Ese parece ser la meta perfecta del Proyecto a la Santidad, y del Desafió a la Santidad. El estar dispuestos a abrirnos mas a Dios para que el trabaje en nosotros. Que esas pequeñas maneras en las que nos alejamos de Dios las podamos convertir en oraciones para que podamos experimentar que es lo que Dios quiere de nosotros.

En lo concerniente a la piedad, creo que dejamos de rezar porque no creemos que seamos buenos rezando, y que para que algo bueno salga de la oración, necesitamos prácticamente expertos. Así que si sentimos que “fallamos” en la oración, pensamos que eso significa que ni siquiera deberíamos de tratar. Buscamos por los “claves” o los atajos para poder depender de una experiencia emocional o alguna manera de poder al menos “sentir” que estamos sacando algo de la oración.

Pero hay algo que decir de ser piadoso. De tratar. De sentarse en la presencia de Dios y quedarse dormido, algo que Santa Teresa hacia seguido. Me reconforta lo que ella decía, de que así como los padres adoran ver a sus hijos mientras duermen, así Dios adora el vernos dormir. Ya que muchas veces cuando estoy sentado frente al Santísimo Sacramento me he quedado dormido. Me sentía tan culpable, hasta que leí a Santa Teresa.

Ponle atención a las pequeñas cosas que Dios te esta pidiendo. Esas “pequeñas vías” en las que puedes crecer en santidad. Estas son maneras en las que puedes poner en práctica la Gracia Santificante que Dios te ha dado. Nuestra piedad hacia Dios es la manera de demostrar, a través de cómo vivimos nuestras vidas, que Dios es lo más importante, que le debemos todo lo que somos y tenemos.

Es nuestra caridad, o la manera en la que amamos, que podemos revelarle al mundo quien es Jesús. El mundo no va a escuchar nuestras lo que digamos, pero si va a escuchar a nuestra acciones y nuestro amor. Nuestra forma de amar, es diferente de la del mundo? Porqué? Cómo? Qué hace que la gracia de habita en nosotros se manifieste en el tipo de amor que otros desean tener? Que otros quieren imitar?

Claro, hay otra gente en la sociedad que dona cosas, que hacen grandes sacrificios y obras de caridad. Qué es lo que hace a nuestras obras de caridad diferentes de los demás?

Yo pienso que es que las hacemos con gozo.

Hay una gran diferencia en hacer una obra de caridad porque tenemos que hacerla, porque podemos deducirla de nuestros impuestos, o porque nos sentimos culpables sin no la haces, esperando que esa obra de caridad nos va a poner en la gracia del poder cósmico al que tienes que rendirle cuentas al final de tu vida.

No, es cuando podemos sacrificar nuestras propias necesidades, nuestros deseos, en una obra de caridad hecha con gusto, que le podemos demostrar al mundo que si se puede vivir con felicidad pura, alegría pura, gracia pura. Es nuestro gozo que nos permite decir más de lo que nuestras palabras podrían expresar.

Bienvenido a la ultima semana del Desafió. La semana en la que empezamos a proclamar la Buena Nueva. Que Jesucristo nos creo para ser de El y que a través de la Gracia que nos da podemos desear la santidad más que cualquier otra cosa. Cuando empezamos a cambiar y a convertirnos en la creación que Dios quería que fuéramos desde el principio.

La creación que cumple su potencial, no por nuestro esfuerzo, sino por el regalo que Dios nos otorga a cada uno de nosotros cuando aceptamos el Sacrificio de la Cruz.

Porqué, como no puedes ser piadoso con alguien que ha sufrido tanto?

Cómo no puedes regalar, en perfecta caridad, cuando has sido dado tanto?

Cómo no puedes estar feliz cuando has sido salvado por la Gracia del Dios Creador del universo, que te ama con locura?

Comparte tus reflexiones de hoy, y sobre Santa Teresa en la sección de comentarios. Y prepárate para una semana fantástica.

Dios ha guardado lo mejor para el final, en tantas formas!

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