Evangelización a través de la conversión

¿Cuántas veces has evitado el evangelizar porque no sabes como empezar? ¿No sabes como sacar el tema de Jesús?

Yo pienso que la mayoría de las veces dudo de hablar sobre mi fe porque no se como acercarme a la gente y platicarles sobre ella.

“¡Hola, déjame te cuento acerca de Jesús!"

“Um… solamente quería comprar un refresco”

“Lo siento”

Error fatal. ¿Por qué no dejamos que esa primera conversación suceda naturalmente? Lo mas seguro es que la razón por la que no nos acercamos a la gente para hablarles de Jesús es porque tenemos miedo de esa primera pregunta, de la conversación. Sentimos que no tenemos tosas las respuestas a las preguntas que nos van a hacer. Creo que hay 5 fases de evangelización. Medita acerca de ellas y piensa como las trabajarías en tu vida.

1. La introducción al tema de Dios. Tu vives tu vida. Estas buscando la santidad. Estas viviendo las Virtudes, rechazando los Siete Pecados Capitales, viviendo las Bienaventuranza, los Frutos y los Dones del Espíritu Santo. Y alguien se te acerca y te pregunta acerca de esa alegría que tienes dentro de ti. Te preguntan acerca de tu esperanza. Te preguntan por la razón por la cual no te estresas de cualquier cosa, por como haces que tu matrimonio funcione. Puede ser cualquier pregunta, pero esa primera cuestión va a ser sobre algo en tu vida que les parece atractivo, curioso, o un poco raro. Lo único que tienes que hacer para iniciar esa pregunta es vivir tu vida. Ser el ejemplo que Cristo quiere que seas. Vivir al máximo potencial la gracia con la que Cristo te ha bendecido.
   
2. El pequeño resumen. Esta es tu respuesta a la pregunta. Desgraciadamente, muchas a veces nos emocionamos tanto cuando alguien nos pregunta sobre nuestra fe que les damos la versión larga de 2 horas sobre nuestra vida y nuestro caminar en la fe, y abrumamos a la persona tanto que ya nunca nos va a querer hablar de nuevo. Trata de responder en cuatro oraciones. Habla sobre el cambio en tu vida. “Sabes, antes pensaba y hacia ESTO, pero después de hacer algunos cambios, descubrí que la vida era mejor ASI” Deja que la conversación fluya. Deja que la otra persona piense en lo que dices. No tienes que decirles como vivir su vida.
   
3. Un poco más de detalles. Cuando te preguntes mas cosas, resiste el deseo de contarles toda tu historia. Dales dos detalles de tu vida sin Cristo. Dales dos detalles de tu conversión (o regreso a la fe) y luego dales dos detalles sobre tu vida ahora. Deja que mediten sobre ello.
   
4. La historia. Cuando te vuelvan a preguntar por mas, entonces si dales mas detalles. Cuéntale tu historia en manera de preguntas para que de verdad sea un dialogo y no un monologo. Los monólogos son divertidos de ver, pero un monologo no va a poner a la gente a pensar sobre su vida. La meta es que la otra persona piense sobre su vida. La meta es iniciar una conversación y que la otra persona inicie una conversación consigo misma.
   
5. Conversación continúa. Al final, no tienes que tener todas las respuestas, y eso debe de ser un alivio. No tienes que ser un experto en la fe. No tienes que ser aquel que puede debatir cada argumento, porque esto no debe ser una discusión. Es una conversación. Es un dialogo. Tu estas aprendiendo sobre la otra persona ofreciéndole información sobre ti cuando la persona te pregunta. No es necesario el forzar ningún tipo de información, el venderle alguna idea. Simplemente estas viviendo tu vida y estas dejando que las semillas que han sido plantadas por ti y por otros echen raíz.
   

Claro, que todo esto pasa gracias al ejemplo que dar de cómo vives tu vida. Tu ejemplo es lo que causa la curiosidad. Porque aunque nos guste decir que vivimos en un mundo donde ya no juzgamos, eso hacemos todos los días. Tomamos decisiones todo el tiempo sobre con quien vamos a invertir un poco de tiempo, esfuerzo, etc.

Piensa en que ejemplo le estas dando a otros.

¿Cómo te están juzgando los demás?

Tu temor a la evangelización puede ser simplemente miedo a lo que vas a decir después. ¿Qué pasaría si dejaras ese miedo a un lado y permitieras que el Espíritu Santo guíe la conversación?